¿ COMO ES UNA SESIÓN DE COACHING Y PARA QUE SIRVE ?
Todos poseemos los recursos necesarios para encontrar un camino más satisfactorio, más enriquecedor, más estimulante, armonioso y sobre todo que nos proporcione mayor bienestar y felicidad.
El coaching es un proceso que se desarrolla en un marco de confidencialidad y discreción, basado en la confianza entre el coach, el profesional que aplica el coaching, y el cliente, pupilo o coachee, la persona que recurre al coaching.
El coaching te será de utilidad cuando te enfrentes a un problema al que no veas clara solución, cuando tengas un propósito y encuentres dificultades para lograrlo, cuando no aciertes a estabilizarte frente a situaciones de cambio o, simplemente, cuando desees dar un cambio de rumbo a tu vida.
El coaching se estructura en una serie de sesiones en el que el coach acompaña al cliente en el análisis de la situación, diseñando conjuntamente un plan de acciones claras y concretas para lograr los propósitos buscados por e cliente.
Una sesión de coaching es una conversación entre dos personas, tú que tienes un propósito y otra que te quiere ayudar. Es un diálogo con tu coach, una relación entre iguales, basada en la confianza y el respeto mutuo, una asociación para conseguir aquello que quieres y has elegido tú.
Te ayudará a sacar lo mejor de ti mismo, las respuestas que necesitas, despertará tu potencial, la autoconfianza, serás más libre. Ello no indica que no necesites un coach, si fuera así te bastaría con un libro de autoayuda, con cualquier manual, con asistir a una sesión formativa, o, ya tendrías clara las respuestas.
El coach no te juzgará nunca, ni sobre tu pasado, presente o futuro, ni sobre tus opiniones, no te criticará, no te examinará, no te hará correr ningún riesgo ni te empujara hacia decisiones que no desees.
Actuarás en función de tu descubrimiento, porque así lo quieres y decides, opiniones, ideas y propósitos se antepondrán siempre a las del coach.
Al final de cada sesión contarás con la conciencia adecuada para ponerte en acción y andar el camino que lleva a tu objetivo. El coaching es una disciplina práctica, busca resultados, conseguir tus propósitos.
El proceso se desarrolla etapa a etapa. Cada etapa puede coincidir con una sesión o ser necesarias más de una para superarlas. Cuántas sesiones sean precisas y su periodicidad dependerán de tu propósito, según la complejidad y tu empeño será suficiente con un par de sesiones o requerirá un proceso más largo de seis meses o incluso un año.
Por regla general el proceso dura entre tres y seis meses, con una sesión por semana o cada quince días. Es importante que la primera sesión y también la segunda, se realice presencialmente. Después se pueden realizar telefónicamente, a través de correo electrónico, chat o cualquier tecnología que permita la comunicación. Estas opciones son útiles en el caso de no disponer de tiempo para desplazarte o para buscar apoyo y resolver dudas entre sesiones. Por mi parte considero que los mayores beneficios se obtienen con las sesiones presenciales pero sin descartar las otras opciones.
Cada sesión tiene una duración máxima de una hora. Si te estás preguntando el coste de una sesión, no creas que quedará fuera de tu alcance. El precio se fija en función de lo que quieres, del tipo de objetivo y de las herramientas que debe poner en juego el coach. A modo de orientación, para desempleados cuyo objetivo es desarrollar las habilidades necesarias para situarse con ventaja en la búsqueda de empleo, el precio es de 12 euros por sesión. Normalmente el precio rondará entre los 20-50 euros pudiendo superar los 300 euros cuando se requiere un trabajo intensivo en procesos de coaching ejecutivo. La cuantía se fijará siempre previo inicio del proceso por acuerdo mutuo.
La primera sesión siempre es gratuita, porque debes sentirte cómodo con tu coach, plantear tus dudas y cuestiones acerca de procesos de coaching que se te ocurran, que esperas y cuales son tus propósitos. Debes vislumbrar los beneficios que vas a obtener. No te preocupes de que vas hablar, como te vas a explicar o si te expresarás con claridad. El coach conectará contigo y abrirá las puertas para un dialogo fluido y agradable. En la primera sesión se asentarán las bases para una asociación fructífera y con suficiente empatía. De no ser así el coach te derivará hacia otros profesionales o te presentará otras opciones.
A partir de la primera sesión de contacto y en las sucesivas, como coach trazaré conjuntamente contigo el plan a seguir:
- Clarificaremos que es lo que exactamente quieres.
- Te mostraré, de una manera inequívoca y realista, en que punto te encuentras con respecto a lograr tu propósito.
- Encontraré contigo la forma de conseguir tus propósitos.
- Te descubriré que elementos de tu comportamiento, emocionales y de tu pensamiento te frenan en tu camino.
- Te ayudaré a romper los obstáculos y cruzar los límites que te detienen para lograr lo que buscas.
Construiremos conjuntamente estilos de pensamientos, manejo de emociones y comportamiento que te permitan obtener los resultados que buscas, no sólo para el objetivo que te ha llevado hasta un coach, sino para afrontar cualquier otro propósito futuro, de manera sostenible y satisfactoria.
Los beneficios de coaching son permanentes, cuando tomas conciencia de la forma en que las cosas, los viejos patrones se desmoronan y los progresos son irreversibles.
Del mismo modo que sólo tu sabes que es lo importante para ti, tus prioridades, sólo tu puedes cambiar satisfactoriamente tu vida. Puede ocurrir que el proceso no funcione por no haberse generado suficiente empatía, porque consideres que el proceso no te lleva a ningún lado o porque no pongas de tu parte con convicción. Las posibilidades de falta de efectividad de coaching son escasas, pero existen, por eso siempre se consignan en el acuerdo previo con tu coach antes de iniciar el proceso junto con la confidencialidad.
Un coach no atiende patologías que deban tratar psicólogos o psiquiatras. El coaching no es una terapia, el coach no trabaja con pacientes sino con personas sanas.
El coaching no trabaja con sucesos pasados, lo que pasó, pasó. Se centra en el presente y en construir el futuro que quieres.
Es cierto que algunos terapeutas incorporan las destrezas del coaching en sus tratamientos, pero un coach no puede ni debe hacer terapia.
Nadie sabe más que tú de tus propios asuntos. Lo que decidas hacer será fruto de tu descubrimiento. Esa es la diferencia con un consultor. El consultor te da sus soluciones y deja en tus manos llevarlas a la práctica. El coach te acompaña hasta resolver el asunto, conjuntamente.
El coach te ayuda a aplicar lo que has aprendido. No usa la experiencia de otros ni la suya para darte consejo, cada persona es única, lo que vale para uno con seguridad no valdrá para ti.
Por último, no creas que debes ser una persona de éxito o gozar de una notoria, pública y loable carrera para usar un coach. El coaching es, ahora más que nunca, de completa utilidad para toda persona que se encuentre en un momento de transición, de crisis o en un punto decisivo de su vida, o simplemente para aquellas personas que buscan algo diferente sin saber como lograrlo.
En el pasado, cuando no te sentías bien contigo mismo, cuando necesitabas apoyo adicional, o no obtenías los resultados que buscabas, no podías contar con un profesional especializado sin ser considerado un "enfermo" o, un "incapaz" o ser juzgado como si tuvieras algo "malo" o no dieras la "talla". Hoy en día eso a cambiado, ahora está aceptado y visto como un signo de modernidad e incluso de saber hacer y querer ser mejores, acudir a los servicios que puede prestarte un coach.
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